REINA DEL MAR. CAPÍTULO 63. Un par de sorpresas
REINA DEL MAR. CAPÍTULO 63. Un par de sorpresas
Algo raro está pasando.
Y no hablo de las coincidencias normales del mar, ni de supersticiones de sal y viento. Hablo de algo raro de verdad. Porque no importa cuánto nos adelantemos, qué tan bien planeemos el ataque, él siempre se nos adelanta. ¡Siempre!
Ren.
¡Maldición, maldición! No sé qué quiere el maestro de espadas, pero definitivamente está tentando mi paciencia y hasta mi buen corazón, donde sea que lo tenga ahora.
Me froto las sienes mientras Dagger me espera con los brazos cruzados en la puerta de mi camarote. Sé lo que va a decir antes de que abra la boca, pero igual me lo suelta con esa voz que ya casi se ha convertido en mi despertador diario.
—Capitana, el tercer carguero también estaba vacío. Otra vez. Ni una caja de té nos dejaron.
—¿Y testigos?
—Un par de tripulantes que no saben ni en qué día viven. Dijeron que fue “rápido, sin violencia, casi elegante”.
—Elegante —mascullo—. Seguro se puso camisa blanca esta vez.
Dagge