CAPÍTULO 131. Un matrimonio por amor
CAPÍTULO 131. Un matrimonio por amor
Cuando el médico nos deja solos, siento que mi cuerpo por fin reacciona. Mi mente todavía está atrapada en el momento en que escuché la palabra trillizos, pero mis brazos encuentran el camino hacia Viggo sin que tenga que pensarlo. Nos abrazamos con fuerza, como si eso pudiera estabilizarnos, como si al fundirnos en un solo ser pudiéramos entender mejor lo que acaba de pasar.
Viggo me besa. No es un beso suave ni tiene intención de calmarme, es uno desesperado, como si necesitara grabarse en mi piel y asegurarse de que esto es real.
—¡Es la mejor noticia del mundo! —susurra contra mis labios, con la voz cargada de emoción—. Te amo, reina. No sé cómo pasó esto, ni siquiera lo habíamos pensado pero… es genial, es maravilloso, te amo.
Cierro los ojos y dejo que la calidez de sus palabras me envuelva. No sé si estoy en shock, si estoy aterrada o si la felicidad me está inundando por completo. Quizás todo a la vez.
Alcanzo su cara entre mis manos y lo b