Mundo ficciónIniciar sesiónLas condiciones de Danna fueron claras y Liam las aceptó con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
—Habitaciones separadas —dictó ella, de pie en medio de la sala mientras Liam se servía whisky a pesar de ser apenas mediodía—. Nada de contacto físico sin mi consentimiento explícito. Y libertad total de salir cuando quiera, sin escoltas ni vigilancia.
Liam bebió lentamente, saboreando el líquido ámbar antes de responder.
—Como ordenes.
La facilidad con que aceptó debería haberla alertado. Pero Danna necesitaba sentir que tenía algo de control en esta situación que se le había escapado de las manos desde el momento en que abri&oacu







