La noche llegó encontrando a Danna y Valentina paradas frente a la cama que ahora compartían oficialmente. Era pregunta ridícula dadas las circunstancias. Habían firmado papeles de matrimonio. Habían mezclado sangre en ritual antiguo. Habían declarado amor o algo parecido frente a testigos.

Y aún así, Valentina preguntó:

—¿De qué lado de la cama duermes?

Danna casi se rio. Habría sido histeria más que humor pero el sonido se atascó en su garganta junto con todo lo demás que había estado conteniendo durante el día. La explosión contra Liam y Stephano. La visión de los trece hombres vigilando. El peso de embarazo que tiraba de su espalda baja como recordatorio constante de tiempo que corría