Mundo ficciónIniciar sesiónEl lunes llegó con un amanecer que prometía calor sofocante. Igor no había dormido. Los monitores de seguridad en el sótano habían sido sus únicos compañeros durante las seis horas desde que el ritual de sangre terminó y todos se fueron a sus habitaciones con peso de decisiones tomadas.
Ahora la pantalla mostraba una realidad que hacía que su estómago se apretara con familiaridad desagradable. Reconocía este juego. Lo había jugado en Rusia hace décadas cuando la mafia decidía que alguien necesitaba ser recordado de su lugar en el orden de las cosas.
Doce hombres.
Contó otra vez para estar segu







