Mundo ficciónIniciar sesiónLa mansión Blackthorne era obscenamente hermosa.
No era como la cabaña destrozada de Kieran, con sus paredes agrietadas y olor a humedad. Esto era arquitectura moderna, todo vidrio y acero pulido, con luces que brillaban como estrellas capturadas. El camino de entrada estaba flanqueado por árboles perfectamente podados, y cuando las puertas principales se abrieron, el mármol blanco del vestíbulo prácticamente brillaba.
—Bienvenida a mi hogar —dijo Zane, su mano en la parte baja de mi espalda, guiándome dentro con una propiedad que debería haberme molestado pero se sentía... diferente. No posesiva como Damián. No protectora como Kieran. Simplemente... segura.
Lobos se alineaban en el pasillo. Docenas de ellos. Cientos,







