Mundo ficciónIniciar sesiónMil versiones de mí misma me miraban con expresiones que iban desde la curiosidad hasta el odio absoluto.
Estaban dispuestas en círculos concéntricos alrededor del claro ceremonial, cada rostro familiar pero distinto en algún detalle crucial. La Luna Omega de veinticuatro años temblaba cerca del borde exterior, sus ojos aún húmedos del dolor del rechazo de Marcus. Su cabello castaño caía en ondas descuidadas sobre hombros encorvados por la vergüenza. A su lado, la Luna Alfa Lunar recién despertada irradiaba poder crudo, sus ojos plateados brillando con sed de venganza, los puños apretados como si aún sintiera el primer despertar de su fuerza ancestral.
En el segundo círculo, la Luna Diosa Solar me observaba con frialdad calculada, su postura erguida y distante, cada línea de su cuerpo hablando de poder absoluto y aislamiento elegido. Sus ojos dorados no parpadeaban, e







