Mundo de ficçãoIniciar sessãoEl rastro de sangre se volvía más denso mientras avanzábamos más profundo en el bosque.
Podía sentir la tensión en los cinco lobos que me acompañaban. Cada sombra era una amenaza potencial. Cada sonido hacía que se tensaran, listos para correr o pelear.
No los culpaba. Yo sentía lo mismo.
—Ahí —susurró Kieran, señalando adelante.
Elena estaba desplomada contra un árbol, tan inmóvil que por un momento pensé que estábamos persiguiendo un cadáver. Pero entonces vi el leve movimiento de su pecho. Subiendo. Bajando. Apenas.
Su cuello estaba en un ángulo que ningún







