Mundo ficciónIniciar sesiónMagnus se movió tan rápido que mi cerebro tardó un segundo en procesar lo que había visto.
Un momento estaba ahí, a veinte metros de distancia, sonriendo con demasiados dientes. Al siguiente, tenía a uno de mis lobos—una mujer joven llamada Sara—por el cuello.
No hubo advertencia. No hubo oportunidad de reaccionar.
El sonido de su garganta siendo arrancada fue algo que sabía me perseguiría para siempre.
—¡NO!
Mi grito se perdió en el caos que explotó.
Los tres Alfas atacaron simultáneamente. Kieran llegó primero, su lobo gris con cicatrices lanz&aa







