Escucho murmullos y eso me hace abrir los ojos. Dagan está a mi lado aún perdido en su sueño con uno de sus brazos a mi alrededor. Lo retiro delicadamente sin querer despertarlo y me levanto de la cama con dirección al balcón.
Hay reunión.
Tapo a Dagan con una de las mantas y salgo del cuarto.
Bajo las escaleras y hago mi camino hacia la cocina por un vaso de agua. Nunca había sentido mi garganta tan seca y pastosa. Las personas entran y salen, me pongo de puntillas para tomar un vaso de la vitrina y una mano lo toma antes que yo.
— Hola novia de Dagan — dice Foss entregándome el vaso — ¿Por cierto donde está él?
— Está arriba dormido — contesto, pero él ya me está lanzan