Todo gira a mi alrededor, intento levantar la cabeza pero esta me pesa demasiado. Mis manos y pies están sujetados a los lados de lo que creo es una camilla. Comienzo a forcejear para poder zafarme del agarre, pero mis músculos no me brindan la fuerza suficiente para liberarme.
Ya no tengo la fuerza necesaria.
Escucho voces y pies chocando contra las losetas.
Un clic retumba en cuanto la puerta se abre.
— Pero mira que tenemos aquí.
Tom Bosley se pone a los pies de la camilla acariciando el tubo inferior de esta. Dos hombres con bata, están situados detras de él.
¿Qué planeaban hacerme?
— Señor, la caja esta lista. ¿La desatamos?
— No, aún no — acaricia mi pierna —. Déjenme a solas con la chica.
— Pero señor, el general Carver ordeno que la lleváramos... — lo interrumpe.
— Quiero que me dejen un momento a solas,