—Después de eso, necesitamos reunir todo lo que tengamos: los registros médicos de Eva, informes de su escuela, cualquier cosa que pueda ayudar en nuestra investigación— añadió Sebastian —Todo suma.
―Lo haré― prometió Isabella, su corazón ahora lleno de propósito. Sabía que estaba adentrándose en un camino peligroso, pero el amor por su hija y la necesidad de justicia le daban fuerzas.
―No estás sola en esto― le recordó Sebastián. ―Juntos, somos más fuertes.
La cocina, entonces, tomó un aire distinto. Era un espacio en el que las promesas de un futuro mejor comenzaban a tomar forma. Sentía que su vida giraba en torno a la búsqueda de la verdad, y no había nada que la detuviera.
Justicia y venganza son dos cosas que podrían confundirse muy fácilmente… Justo en ese momento Isabella realmente lo único que quería es que los culpables pagaran por la muerte de su hija.
Después de un rato, Thomas se puso de pie y se preparó para salir.
―Tengo que hacer unas llamadas ―Dijo― No te preocupes.
―