—Fue idea tuya, ¿verdad? —le susurra Alex a Lina en el oído y luego le mordisquea el lóbulo.
—No sé de lo que hablas.
Alex se carcajea y devora la boca de su mujer con vehemencia. Por supuesto que ella sabía de qué estaba hablando, la conoció endemoniadamente bien y sabía que ella tenía algo que ver con el encuentro “causal”.
—Hola, soy Erik —se presenta extendiendo la mano sobre la mesa hacia Noe.
—Noelia —estrecha su mano fuerte y firme, cosa que no pasó por desapercibido para Erik.
—Él —señala a Alex que seguía devorando la boca de Lina—, es Alex —como el susodicho no se hacía cargo de la presentación, Erik opta por patearlo por debajo de la mesa.
—Auch —se gira hacia Erik frunciendo el ceño y luego, rápido, dibujó una sonrisa y se gira hacia Noe—. Un gusto, Noe —también estrecha su mano—. ¿Tu también hiciste trato con el Diablo? —pregunta divertida, ganándose un codazo por parte de Lina.
—Eres la segunda persona que lo dice —comenta ella media sorprendida.
—Ya somos tres —Todos gi