Capítulo 50

Horas habían pasado antes de que la pequeña Zaira se durmiera. Gaby jugó con ella y la entretuvo haciéndola reír, tanto a la niña como a Noe. Él se llevaba bien con los chicos, demasiado bien. Ahora Noe entendía por qué la hija de Lina amaba tanto a ese chico que le hacía muescas raras a su sobrina.

Gaby hizo un buen trabajo ocupándose de la niña y cuando al fin se durmió, él pudo respirar y girar su mirada hasta un costado del sofá en donde estaba sentado, para mirar a Noe acurrucada. Ella estaba sobre su costado con las palmas de las manos juntas debajo de su mejilla izquierda y su boca ligeramente entreabierta. Él había sabido el momento exacto en que ella se quedaba dormida. Noe había estado riendo con cada cosa que él hacía con la niña o moviéndose en su lugar, su presencia no pasaba por desapercibido para Gaby, por eso sabe que en exacta media hora antes de que Zaira se duerma, Noe se había quedado dormida. Él lo sabía y estaba deseando desde ese momento que la niña se duerma,
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