Tony caminaba disfrutando de la soledad de la noche, ya había terminado su trabajo en el restó, había dejado todo libre y organizado para el día siguiente. Extrañaba horrores a su amiga Sofi ahora que ella estaba casada, él ya no tenía a quién molestar por las noches de insomnio o ir a despertar temprano para desayunar y contar sus anécdotas sexuales. Ya no tenía a donde ir si su cabeza no le daba un respiro. No era que Sofi se negaba a que él vaya a su casa, pero sabía muy bien que ahora había limitaciones entre ellos. Ahora no podía llegar, entrar y tirarle las patas para sacarla de la cama, mientras refunfuñaba. Eso ya no lo podía hacer y era algo que extrañaba demasiado. Veía a su alrededor y todos estaban con alguien, todos sus amigos tenían donde apoyarse y él quería eso también. Veía los ojos de Sofi cuando veían a Ian, veía esa mirada que tenia ella cuando lo miraba y él quería eso. Veía a Lina como su rostro se suavizaba y brillaba cada vez que veía a Alex y él también quería