Capítulo 119
Llegan tomados de la mano y, aunque más de uno debería estar sorprendido por tal demostración, al menos, más por Gaby, ninguno es capaz de sorprenderse por verlos de esa manera. Gaby camina hacía Aye con una enorme caja, la niña observa con entusiasmo el regalo del tío y comienza a romper el papel de regalo para descubrir lo que hay dentro, a los pocos segundos su curiosidad es saciada cuando un enorme pony es salido a la luz. —Gracias —chilla la niña abrazándolo con fuerza. —Veo que te ha gustado —entona él divertido por la euforia de la niña. —Me encanta —dice ella, ya sabiendo que lo va a colocar junto a sus ponys de colección. —Hay muchos chicos en esta fiesta —farfulla el morocho. —Y también hay chicas —interviene Lina, la cual llegaba justo para escucharlo y salvar a su hija de los celos del morocho. —No estoy de acuerdo —retruca él. —No nos interesa —suelta Lina con una sonrisa falsificada—. Me alegro que hayas venido —le dice a Noe en modo de saludo. —Me alegro que me inviten —