Subimos a la limusina y de vuelta a la casa no nos hablamos, pero cuando llegamos y entramos fuimos al salón, y dirigiéndome hacia donde se encontra le di un fuerte bofetón.
— ¿A quién le has pagado? – le pregunté
— Te avise que eres mía y siempre estaras a mi lado – me contestó furioso
— Que estoy embarazada, ¿De donde has sacado esos papeles falsos? – volví a preguntarle
— Cariño, estás muy cansada, ya hablaremos – me dijo cogiendo mis muñecas
— Déjame en paz, hijo de puta – le dije enfadada soltandome de su agarre
— Esta noche te quitare ese genio, cuando esté dentro de ti – me dijo
— No te atrevas a tocarme, cabrón – le grité
Salió del salón riendo, lo segui viendo que entraba en su despacho cerrando la puerta, la abrí de golpe sin pedirle permiso mirándome Fabricio muy serio.
— Te exijo que me digas ahora mismo, quien te dio esos falsos documentos – le dije
Se acercó hasta donde yo estaba, rodeo mi cintura con su brazo acercando su cuerpo al mío mientras nos mirabamos, puso su