Me levanté al día siguiente dolorida, ya que después del primero, me hizo el amor dos veces más, me duche, me vesti y acercándome a la cocina escuche a Fabricio hablar por teléfono dentro de su despacho, me quedé un poco rezagada para escuchar lo que decía.
— Ya lo sé que se firmó, pero si me hago la vasectomía nunca se irá de mi lado, la amo. dijo
— Bueno pues prepara lo que hemos hablado, nunca la dejare irse de mi lado y la idea que has tenido me gusta, prepararlo todo — dijo terminando la llamada
Cuando salió de su despacho, yo estaba aún en la puerta, estupefacta por lo que acababa de escuchar.
— ¿Desde cuándo estás aquí? — me preguntó
— Eres un cerdo, me oyes un cabrón – le dije pegando puñetazos cogiendo él mis puños
— No sé que has escuchado Celeste, pero cumplire mi palabra contigo
— ¿Como?Haciéndote la vasectomía? — le pregunté sin que me dijera nada mirándonos los dos a los ojos
— Celeste, te puedo hacer la vida facil o dificil, tu eliges y no me gusta que me estés espian