Capítulo XXXII: La cena de los Williams.

Respira Abigahil, respira. Él no significa nada para tí. Él es un maldito que te hizo daño.

Y un hijo, y mira que disfrutaste hacer tu hijo.

Estúpidas voces. Silencio.

No hablo, no respiro. No me muevo. Es como si mi cuerpo fuera de piedra, fuera mármol.

Todos le aplauden. Claro, sociedad machista y prejuiciosa. Él me engañó por once años con mi prima, él me envió a un maldito Internado. Él llega a la fiesta con su amante, la zorrita Williams no deja de hacerle ojitos y reír de la manera más descarada posible a todos sus estúpidos argumentos delante de sus propios padres y la mal vista soy yo. La repudiada soy yo.

No me importa, yo con mi frente en alto. Por suerte me di cuenta a tiempo de quién era él realmente y lo saqué de mi vida.

Tienes algo de él dentro de tí Abigahil.

¡Cállense!¡Cállense!¡Cállense!

Todas las personas lo rodean. Quieren escuchar cómo el antiguo Marqués de Amery, ahora sin la fortuna de su esposa se ha hecho de un

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo