— Disculpa, pero… No te estoy entendiendo…
— ¿No te das cuenta? Por más que te alejas y lo rechazas… Porque he visto como lo rechazas, él no… Él parece no estar dispuesto a darse por vencido contigo, Carmen, te quiere llevar de vuelta a sus brazos a como de lugar… Y por la forma en que te secuestró hoy, mi tío Bastián parece decidido, a todo, a usar todos sus medios y sus recursos… Él no se detendrá, Carmen, mi tío Bastián es ese tipo de hombres y ambos lo sabemos, él no se detendrá hasta que se dé cuenta, hasta que entienda que ya todo está perdido… — Explicó Marcus, dejando a Carmen con una fuerte inquietud en el pecho y aún más confundida.
— ¿Perdido? — Musitó, Carmen, aturdida.
— Sí, cuando mi tío entienda por completo que tú, ya no puedes ser de él, que lo de ustedes ya pasó y ahora es un imposible… — Aclaró Marcus.
— ¿Pero cómo podría…?
— Casándonos… — Soltó Marcus sin titubear.
— Eso… Eso es… — Comenzó a balbucear Carmen, perpleja.
— Esa es la solución, Carmen, ¿no lo ve