Mire de reojo el lugar donde estaba Dimitri, y el bastardo me estaba observando con una sonrisa en los labios. Apuesto mi teta izquierda a que al tipo ahora le gustan estas cosas. Ya sabía que era un pervertido, pero jamás pensé que llegaría hasta este punto.
— ¿Quieres acompañarme a otro lugar? — me preguntó el tipo frente a mí.
Yo le sonreí más ampliamente, me tomé el resto de la margarita que me había invitado y asentí con la cabeza.
— Me encantaría — le dije con una sonrisa.
Los ojos del hombre frente a mí se iluminaron de inmediato.
— Iré a buscar mi bolso, es que estoy acompañada por mi amigo gay — le dije y señalé a Dimitri.
El tipo miró en la dirección que le señalé y frunció el entrecejo.
— Te espero entonces — me dijo.
Yo asentí con la cabeza y caminé hacia la mesa donde estaba Dimitri. Él me miró y sonrió, yo tomé mi bolso y le sonreí.
— Me voy, creo que el tipo ese me agrada — le dije.
Dimitri dio un trago a su cerveza y me comió con la mirada.
— Apuesto a que la tiene tan