Letty Brown, es una chica tímida de 24 años, trabaja en una clínica reconocida gracias a su mejor amiga Brenda Contreras, la cual le consigue el empleo. Allí es donde conoce por primera vez al hombre que le roba el aliento y flecha su corazón en el preciso instante en que lo ve. Incapaz de dar a conocer lo que pasa en sus mas profundos y oscuros pensamientos, prefiere callarlo todo. Pero, ¿por cuánto tiempo podrá resistirse? Su inseguridad, inexperiencia y torpeza, es lo que atraerá como imán al hombre de sus sueños. Lo que la llevará a conocer y experimentar el amor de un hombre maduro, apasionado y romántico como es Edward Collins. Un hombre profesional, prestigioso, adinerado y muy guapo. El cual colocará de cabeza el entorno en el que trabaja. Desencadenará el romance, sexo, diferencia de clases sociales, en un mundo que está hecho a la perfección para dos personas en un mismo sentir. QUIERO SABER LO QUE ES EL AMOR, llevará a experimentar a la protagonista de esta historia aquellas sensaciones desconocidas y placenteras que no pensó jamás sentir.
Ler maisEs como si el tiempo se hubiera detenido en el mismo instante en que lo vi. Su belleza me cautiva, y esa actitud de suficiencia, como si el mundo estuviera a sus pies, despertó cierto interés en mí.
Contemplar su caminar es todo un espectáculo. Es tan seguro de sí mismo, con una mano en su bolsillo, mientras que en la otra, sostiene su teléfono sin mirar a nadie. En ese momento era todo lo que quería...
«¡VAMOS, SABE QUE SE PUDRE DE BUENOOO!» grité en mis adentros.
En mi sano juicio no diría nunca nada como eso, con lo tímida que soy hasta yo me sorprendo de lo que pasa por mi mente.
Él, que no sé de donde rayos ha salido, sea del cielo o del mismísimo infierno, siento que llegó para hacerme caer. Lleva la camisa un poco abierta y lo que pude observar ¡Diosss! En tan solo segundos pude detallarlo completamente, aunque mis ojos viajaran directo a su torso semidesnudo y me perdiera en la piel tan firme y tersa que se gasta ese hombre.
¿Sabrá que corre peligro? ¿qué pensamiento es ese? ¡Es obvio que nooo!
Con esos fuertes brazos seguro derriba a quien sea. Además, con las féminas no va a ejercer ningún tipo de fuerza brutal. Ejercerá otras cosas que las hará disfrutar.
¿¡En qué demonios piensas ultimamente!?
Definitivamente, ya me volví loca, fue verlo e imaginar miles de escenas con él, ¿acaso sufro de algún trastorno y no lo sabía? Causa demasiadas sensaciones en mí, me desconozco por completo. Mis hormonas están totalmente revolucionadas en mi interior.
Bueno... bueno... en la actualidad no es nada normal tener veinticuatro años y aún ser virgen.
Muchas preguntas surgían en mi cabeza:
¿Alguien como él, se fijaría en una chica normal como yo?
¿Sería suficiente para ese hombre?
No, no lo creo. Él, debe tener estándares altos. Viéndome bien y siendo sincera conmigo misma me hace falta mucho más que una cara bonita para poder conquistar a un hombre así. Además, se le nota que sale con una y otra.
¿Por qué tengo que estar juzgándolo sin saber nada de él?, solo por la primera impresión que me ha dado ya lo estoy condenando.
No puedo negar que ha llamado mi entera y total atención. ¡Es demasiadooo belloooo!, tengo que reconocerlo, es el único que me ha hecho desviar la mirada y observarlo fijamente.
Demás está decir que me echó tierra en los ojos, ya que ni siquiera volteó a verme. Continuó su camino dejando esparcido su embriagante y delicioso perfume por todo el pasillo.
Si tan solo con mirarlo mi cuerpo arde como el mismo infierno, no me quiero imaginar si tuviera la oportunidad de un encuentro con él.
¡En qué carajo estás pensando Letty! Acabas de verlo y ya estás teniendo sucias fantasías en tu mente con ese hombre. ¿Quién será?
—¡Ey, Letty!—exclamó—. Reacciona mamacita, ¿te vas a quedar a medio pasillo como tarada?
Los gritos de Brenda, me sacaron de mis profundos pensamientos.
—Ya te escuché—rodé los ojos.
No puedo dejar de imaginarlo, su aroma es tan exquisito que podría inhalarlo todo el día y no cansarme. Es que, es un hombre demasiado impresionante, su cabello castaño oscuro perfectamente peinado hacia atrás, escapándose unos mechones rebeldes que caen en su frente, dejándolo ver ante mis ojos más sexi de lo que ya es, su piel blanca, sus labios promedio, su mandíbula cuadrada, su porte y virilidad me dejan petrificada, sus ojos…
¡Dios!, esos ojos que me harían volver loca si me volteara a ver. Su mirada azulada me envuelve… me hipnotiza y me altera en gran manera.
¡Debo calmarmeee!
¡Está haciendo demasiado calooor!
— ¡Letty! ¡Letty!—gritó Brenda.
— ¿Decías algo, Brenda?
—¡Sí!, recoge tus bragas del suelo. Ya me di cuenta de que andas de calentona y en las nubes por el mega bombón que acaba de pasar por aquí.
—Baja la voz, no es así… pensaba en otras cosas.
—A mí no me engañas mamacita, eso sí que no. Además, no creo que estés rezando o encomendándote a Dios mentalmente. Te vi y no me perdí de ningún detalle de tu linda carita. ¡Eres toda una pervertida! ¡Qué tremenda me saliste, Letty Brown!
—Yaaa, bájale a tu intensidad y deja de molestarme con eso. Te recuerdo que me ofrecí a ayudarte, así que no agotes mi paciencia.
—Vale, vale, pero por favor démonos prisa sí.
Mientras me dirigía al laboratorio con Brenda para ayudarla a organizar todo el material que acababa de llegar. Transcurrió alrededor de una hora, creí que las jeringas no terminaban y cortar el algodón para hacer las torundas tanto para laboratorio como para colposcopia era interminable, ya me dolía el pulgar y el índice de tanto cortar.
Al terminar, nos dirigíamos hacia el cafetín para tomar algo. No sé si estaré de suerte o no, pero encontrarnos en el camino al director y a ese hombre, me sorprendió. El corazón se me aceleró de una manera que pensé, me daría un infarto. Lo está presentando a todo el personal y ahora vienen justo en nuestra dirección.
—Letty, respira, Te va a dar algo. Al menos avisas si te vas a desmayar—dijo Brenda en voz baja—, estas de todos los colores menos, del tuyo natural.
—¡Cállate! te van a escuchar, no me va a dar nada. Estoy perfectamente bien.
«¡Sí!, como no, ¿a quién quiero engañar?».
—A otro perro con ese hueso mamacita, aprieta las piernas y relaja la pelvis, que tienes una cara orgásmica que no te quita nadie.
—¡Que te calles idiota!, deja de fastidiar, allí vienen.
Mis manos sudan, mi corazón se acelera, mi respiración se agita, estoy fría como el hielo. Sentirme así solo por conocer a ese hombre no tiene sentido, nunca me había pasado esto. Se siente tan extraño… y, Brenda que no se calla. Es mi mejor amiga y la amoooo con locura, es como una hermana para mí, pero, no me está ayudando para nada, altera más mis nervios.
Saber que me he puesto roja como un tomate y que no puedo evitarlo me hace morir de vergüenza, tampoco puedo salir huyendo como cobarde, no tendré siempre la misma suerte.
La voz del director me sacó de mis cavilaciones.
—Doctor, ella es la srta. Brenda Contreras se encuentra en el área de laboratorio.
Luego de que los presentara, me quedé helada al escuchar mi nombre, he quedado clavada en el sitio, no puedo apartar mis ojos de los de él.
«¿Tendrá superpoderes y me ha hipnotizado?» ¡qué cosas más estúpidas estás pensando!.
—Ella es la srta. Letty Brown, asiste a la mayoría de los doctores en el área de ginecología, ecografías y también realiza rayos x. Le será de ayuda, aprende rápido y de ahora en adelante trabajará exclusivamente con usted.
Eso último me cayó como balde de agua fría.
¿Será el destino conspirando a mi favor?
—Mucho gusto, srta. Letty—una sonrisa encantadora se adueñó de sus labios, mientras extendía su mano en mi dirección—. Edward Collins, espero podamos ser un gran equipo.
¡Su voz, esa jodida voz!
—El gusto es mío, doctor Collins, también espero que nos llevemos bien.
Quién diría que terminaría casada con mi doctor favorito. Llenarme de buenos recuerdos de hace más de dos años atrás me hace suspirar, aún siento en el estómago infinitas mariposas revolotear en mi interior cada vez que pienso en ello. Así como vuelvo a sufrir por su partida, esos cuatro meses alejados el uno del otro, hizo sufrir a mi corazón en demasía.Verlo llegar a mi vida nuevamente como un huracán derribó todo a mi alrededor, no lo podía creer y sonrío, me paralizo, me agito al recordar la manera en la que me propuso matrimonio.¡Dios! ¿se puede ser más perfecto en esta vida?En un principio quise darlo todo por él, querer experimentar lo que a él le gusta, aunque a mí me cause curiosidad y me llene de morbo cada vez que ambos fantaseamos con que nos compartimos con otras personas, simplemente es eso, fantasear, utilizar nuestra imaginación para algo más sin tener que llegar a que otros nos toquen o experimentar con otra persona. Edward y yo nos complementamos muy bien y que no
¡Vivan los novios!Gritan al unísono. Edward me toma fuerte de la mano y me da seguridad, mucha gente a nuestro alrededor, nos felicitan nos abrazan al mismo tiempo que cientos de flashes se disparan ante nosotros, los reporteros no nos dejan vivir.¡Dios qué apogeo! Como podemos montamos solo nosotros en la limusina y mi amor me besa, me abraza, me hace saber que está feliz al igual que yo. —Al fin eres mi esposa, ya no podrás escapar de mí.—Y tú no te podrás librar de mí. ¡Dios cuánto te amo!—Te amo mi amor, no me equivoqué, eres la mujer de mi vida.Alucino, la fiesta se lleva a cabo en un espectacular y elegante hotel, aunado a ello muero con todos los artistas que nos rodean. Mi familia está feliz, la de Edward no cabe de la felicidad, mis amigas están tomándose fotos con todo aquel famoso que se encuentran. Estoy tan emocionada, jamás en mi vida pensé que cuando me casara, el día de mi boda sería tan espectacular y perfecto como este. La comida es exquisita, los postres, l
Cuando salgo horas después con un collarín en el cuello, un chichón en la frente y con el cuerpo doliendome. Me sorprendo al ver a la familia Collins en el área de espera, están todos, mis cuñados, mis locas amigas que respiran cuando ven que estoy bien, mis suegros, mi amor.Edward es el primero en llegar a mi, me abraza con delicadeza y me hace saber su angustia y lo asustado que está. No dice nada solo me abraza, sé qué está nervioso así que le digo para tranquilizarlo:—Estoy bien, cariño. Adolorida, pero bien.Cuando Edward me suelta, mis amigas se acercan y lloran desconsoladas, no quieren tocarme porque ven que no estoy muy bien y se lo agradezco. —Gracias a todos por venir y preocuparse por mí, no saben cuánto los quiero, pero quisiera salir de este hospital e irme a descansar. Me entienden, mis suegros me sonríen con tristeza, sé que mi estado es deplorable, estoy llena de sangre por apenas un piquetito en la frente y salió más sangre que para una transfusión. La sangre def
Tres semanas han pasado rápidamente y no he querido comprar mi vestido hasta no tener a mis amigas conmigo ese día. Edward y yo quedamos en que nos casaríamos el día veinte, solo faltan veintiocho días y estoy muerta de nervios.Mi suegra se encarga de todos los preparativos con mi ogrii favorito, cada día nos llevamos mejor no me puedo quejar. Edward, Anthony y yo estamos justo en el aeropuerto esperando a mis locas amigas, no aguanté más y le pedí a Edward traerlas, él maravillosamente no se negó, de hecho ya esperaba mi petición.Luego de una hora me doy cuenta de que mis amigas caminan en mi dirección, suelto la mano de Edward y me echo a correr, ellas lo hacen también con su equipaje. Nos abrazamos eufóricamente y gritamos cómo locas.¡Dios cuánto extrañé a este par!—¡Letty!—exclama Brenda—. Pero qué hermosa estás, tu bomboncito tiene buena mano. Ruedo los ojos, Brenda y sus comentarios, pero le digo:—No imaginas la mano que tiene, por eso todas las noches gateo hasta su habi
Cuando llegamos a casa de mis suegros estoy realmente agotada, exhausta y vuelve el molesto dolor en mi costilla. Edward baja del auto y me ayuda, pero no me puedo enderezar muy bien me duele, bien, ahora mi amor no va a querer tocarme y va a matarme de abstinencia.—¿Qué pasa? —Nada. Me enderezo y camino aguantándome el dolor, al entrar en la mansión, el ogri intercepta a mi amor y le pide un momento a solas. Yo trato de subir las escaleras, las observo y son demasiadas para mí desgracia. Me encuentro con Garret y disimulo, no se da cuenta de nada y continúa su camino, pero a los segundos me encuentro con Anthony y él es mucho más detallista, es como Edward, hermanos tenían que ser. —¿Qué ocurre cuñada? ¿Te sientes mal?Joder, joder, joder. Quiero que se calle, de pronto siento como si me pincharan con un alfiler en la costilla y me retuerzo de dolor. La pomada que me había aplicado Edward me había adormecido un poco el área. Anthony se desespera, me toma en brazos y me lleva a
—Cariño voltéate e inclina tu precioso trasero para mí. Hago lo que me pide deseosa. Aún no puedo ver nada y eso incrementa mi deseo, aviva mis ganas y quiero más, mucho más. De pronto siento algo cremoso en el ano y está frío. —¿Qué es?—Lubricante cariño. Me asusto, sé lo que va hacer y no lo deseo hoy. Trato de levantarme y no me deja. —Tranquila, solo quiero brindarte un poco de placer en esa zona, no sucederá si no quieres. Esperaré a que estés lista para disfrutar ambos por allí. Asiento. —¿Me dejas continuar?Asiento. Todo lo que puedo hacer es asentir, estoy excitada con mi ano embarrado de lubricante. Me imagino la imágen que debo darle a él y a su amigo en esta posición y me excito el doble.Edward hace que levante un poco más el trasero y me dice en el oído.—Relájate y déjate hacer, prometo que te gustará amor.El hombre que se mantenía en silencio dice:—Regálanos tus gemidos preciosa. Ay dios, saber que ese hombre continúa en la habitación me excita en demasía y
Último capítulo