ELAXI
No estoy celosa.
No me importa a quién se folla o toca Ozzian Carter.
Tardo una hora en comprender que solo estoy enojada por el hecho de que no haya sido discreto, y que me hiciera revivir lo que me hizo Nathan con Verónica. Teníamos un trato, no somos nada serio, ni siquiera somos amigos cercanos, pero el verlo follando a una porrista y que ellas me jugaran mal para que yo lo viera, convirtiéndome en el resultado de su humillación, hizo que recordara todo lo que he vivido estas últimas semanas.
Y ahora corrí como una cobarde, dándoles lo que ellas querían. No me duele porque no estoy enamorada, sin embargo, se siente como si me hubieran arrebatado lo último que me quedaba de dignidad.
—Toma, no había de fresa, pero el de chocolate sabe bien —Gab me tiende un helado.
Estábamos a las afueras del campus, en una heladería que, a esta hora, al parecer solo estaba llena de ancianos y algunas familias.
—Gracias —trato de sonreír; aun así, no puedo. El gesto me parece de lo más banal.