ELAXI
No me puedo concentrar, he estado pensando una y otra vez en Ozzian, en todo lo que acaba de pasar. Gael no responde mis mensajes; luego de que se fue, intenté llamarle, pero nunca atendió mis llamadas. Sigue sin hacerlo. Quise, por impulso, ir a su casa y aclarar las cosas entre los dos, pero la idea de encontrarme con sus padres me acobardó. No tenía el ánimo de enfrentarme a Diego Turner, mucho menos de darle explicaciones a Claudia.
Ozzian me está causando demasiados problemas, pero, muy en el fondo, mi corazón sigue latiendo por ese ingrato.
—¿Elaxi?
Espabilo y miro la cara de Johana, la mujer que era secretaria de mi padre y ahora es la mía.
—¿Te encuentras bien? No tienes buena cara.
Miro a los miembros del consejo; nos hemos reunido de nuevo para tratar el tema del nuevo comercio con los socios japoneses.
—Sí, lo siento, no dormí bien —murmuro.
—Elaxi, hemos sido muy condescendientes contigo por la muerte de Bernat. Entendemos que tu vida ha sufrido un cambio de ciento o