OZZIAN
Sigo con la polla dura cuando llego a la casa de Ela. Maldición, esa chica se ha vuelto mi droga, una que, si no consumo, muero. Aún sigo resentido con ella por haberme dejado en las sombras y hacerme creer que estaba muerta. Pensar en los días en los que estuve muriendo por imaginar un mundo en el que ella no estuviera respirando me pone de mal humor.
Ela está viva, aquí, y acabamos de follar. Ella me dijo que me ama; aunque debería ponerme feliz al escuchar eso, no es así. También lloró; vi la infelicidad en su mirada, sus ojos apagados. Le rompí el corazón y no encuentro la manera más rápida de detener su sufrimiento y acabar con su dolor.
Ella se veía tan comible que estoy a dos segundos de darme la vuelta e ir por ella, secuestrarla. Kabil me ha mantenido al tanto de lo que ha estado pasando con la empresa de su padre y los demás socios, incluyendo los padres de Gael Turner, el idiota que cree que me la puede quitar.
Me amenazó; no tiene idea de la clase de alimaña en la q