Mundo ficciónIniciar sesiónEl silencio en la sala de estar era del tipo que precede a terremotos, denso y vibrante con tensión apenas contenida. Valeria sostenía su teléfono con manos que ya no temblaban—había pasado el punto del miedo hacia algo más frío, más calculado. Las palabras en la pantalla brillaban con la promesa de respuestas que había buscado toda su vida adulta, mezcladas con amenazas que no necesitaban ser explícitas para ser entendidas.
Los ojos de todos en la habitación estaban fijos en ella. Enzo con su maleta todavía en la mano, detenido a medio camino hacia la puerta como si la gravedad de la situación lo hubiera anclado al suelo contra su voluntad. Leonor con su postura real que irradiaba autoridad incluso en jeans casuales. Sebastián e Isabella flanqueándola como guardias silenciosos. Morales con su tablet bajo el brazo, su rostro una máscara







