Mundo de ficçãoIniciar sessãoValeria se quedó paralizada frente a la pantalla del laptop, sus manos temblando tan violentamente que tuvo que apoyarlas sobre el mármol frío de la isla de cocina para estabilizarlas. Las palabras del email bailaban frente a sus ojos, deformándose, pero siempre volviendo a esa firma amenazante: – V.
–¡Mamá! ¡Llegamos tarde! –La voz de Lorenzo atravesó la neblina de pánico que se había instalado en su cerebro.
Reacciona. Muévete. No dejes que te vean así.
Con dedos torpes, tomó un screenshot del email. Lo envió a Enzo con un mensaje simple: –Mira esto. AHORA. Luego lo reenvió al contacto que tení







