El vestido negro se deslizaba sobre la piel de Valeria como una caricia líquida. Se miró al espejo una última vez, satisfecha con lo que veía. La abertura lateral ascendía peligrosamente por su muslo, mientras que la espalda descubierta revelaba cada vértebra de su columna hasta casi rozar la curva de sus nalgas. El escote frontal, aunque no excesivo, insinuaba lo suficiente para despertar la imaginación.
—Esta noche voy a causar un infarto —murmuró para sí misma, aplicando una última capa de labial rojo.
La gala anual de la revista _Estilo_ reunía a lo más selecto del mundo de la moda y los negocios. Valeria había recibido la invitación como representante de la agencia, pero sabía perfectamente que Enzo estaría allí. Su empresa era uno de los principales patrocinadores del evento.
Tres semanas habían pasado desde su úl