Capítulo 28; Un incentivo para vivir.
—Esto debe ser una broma— la miró confundido. Julieta se metió a la cama.
—Ven a mi, Brailon, ésta será nuestra noche, Dame un hijo, mi amor.
—Has perdido el juicio, mujer. Sal de mi habitación.
—Te estoy dando una oportunidad. Ven a la cama conmigo — dijo con voz tensa.
—¿Estás loca?, ¡Sal ahora mismo!, Mañana te irás de esta casa Julieta, estás despedida — Julieta frunció el ceño, completamente enojada por la actitud de él. —¡Vete!— Julieta comenzó a temblar de ira, salió de la cama y lo miró directamente a los ojos.
—¿Es muy difícil darme lo que pido?
—Lo es, es absurdo. Siempre he sido bueno y considerado contigo, y en más d una ocasión has cruzado la línea, ya basta Julieta, es hora de que esto acabe de una vez.
—Tienes razón, vas a pagar todas y cada una de las humillaciones que me has hecho, vas a pagar cada uno de tus rechazos. — Julieta con destreza y en un rápido movimiento levantó la almohada y saco un arma, para apuntarlo con ella.
—¿De dónde rayos has sacado eso?— la