Una semana después
Narra Irina
Salir del territorio en el que crecí y siempre estuve, no es agradable, no me gusta. Por mucho que quiera decir que no me afecta… que no nos afecta es solo mentira. Mis padres solo lloran, ni siquiera se atreven a hablar de la finca que fue su vida y yo solo quiero golpearme por arrebatarles lo que ellos quieren.
Tenía mucho tiempo que no veía a mis padres tan mal y es mi culpa, por eso, no me atrevo a hablarles y recordarles así que tuvieron una terrible hija que les arrebató todo lo que conocían, por ser una tonta.
Nos hemos marchado tan lejos como ha sido posible, hemos estado durmiendo en pequeñas habitaciones donde debemos implorar que nos dejen dormir los tres y no solo dos. Pero, ya hoy no podemos seguir así.
‘Debo conseguir trabajo.’ Me digo mentalmente saliendo del pequeño lugar tan asfixiante.
No conozco a alguien aquí, pero, no puedo esperar que la solución caiga del suelo, por eso, camino de casa en casa ofreciéndome para limpiar incluso la p