Esto es indignante y para nada justo, porque no es la forma de decir las cosas, en especial cuando yo le estaba haciendo un favor en señal de agradecimiento por salvarme la vida. Pero, yo no puedo vivir esclava de ese agradecimiento y tolerar estas faltas de respeto.
Porque es eso lo que me hace enojar y no que tenga sentimientos hacia esa persona que apenas hoy vi después de un año siendo su esposa.— ¿Qué te hace pensar que quiero ser tu esposa real? ¿Acaso no recuerdas que el de la idea fuiste tú? ¿No te resulta incoherente que vengas a colocar un límite que no estoy siquiera interesada en sobrepasar?— Eso es bueno.— Tú no eres el amor de mi vida, ni siquiera el hombre que me inspira un gramo de deseo sexual, así que, no actúes como si estuviera enamorada de ti y te pidiera que me dieras mi lugar, cuando no es así, señor Hawking. — digo e