Me siento como una completa basura, una mujer que no merece siquiera que le hablen con amabilidad por la forma en que está defraudando a sus padres, pero, el mundo sigue igual, nadie parece notar la inmundicia que me recorre.
Así que, me abrazo con tristeza mientras libero todo el dolor llorando en la solitaria banca del parque, porque no tengo con quien desahogarme ante las atrocidades que he permitido que sucedieran.— Señora Hawking…— Les dejé claro que no quiero que me llamen así, en especial cuando quiero mantener en secreto mi relación con ustedes. — digo con molestia y de inmediato, me arrepiento porque no debo tratar mal a los demás porque las cosas no me salen bien.— Lo siento, señora.— No, soy yo quien lamenta tratarte mal, esto no es tu culpa. — susurro.‘En realidad es mi culpa, merezco esto por tonta.’ Me digo mentalmente.