Finalmente, toda la familia tomó sus respectivos lugares, aquella fotografía fue tomada, todos los presentes sonrieron por 5 segundos hasta que el flash salió.
Entre aplausos y abrazos, aquellas familias ahí reunidas se fueron acercando al lugar de la recepción.
Una Valeria sonriente, tomada de la mano de su esposo mientras cada uno cargaba a su respectivo bebe, apresuraban el paso. Valeria sabía que aquella barra de chocolate pronto perdería el efecto, por lo que ni lenta ni perezosa tomó su lugar en la mesa.
- ¡Ya gruñón…! ¡Te dije que debías pasar a desayunar algo…! - Dijo Valeria sonriente.
- ¡Estaba nervioso! No consentía nada en el estómago… - Dijo Marco, apenado.
- Bien, ahora vamos a comer y, por Dios que te voy a obligar a terminarte todo, no quiero quejas durante la noche.
- No me regañes… Estoy sensible… - Dijo Marco en un tono nostálgico.
- Mi cielo… Todo va a estar bien… Además, siempre podremos venir a visitarla.
- Pero ¿Qué va a hacer ella sola? ¡Va a ser mamá, nos va a