- ¿En qué piensas, hija? – dijo Massimo acercándose a Laura.
- En nada, papá, ¿Por qué la pregunta?
- Hija, recuerda que soy más grande que tú y perfectamente me doy cuenta cuando algo te tiene pensativa. – dijo el hombre, mirando como su hija evadía la respuesta.
- Papá, ¿Alguna vez dudaste del amor que tenías hacia mi madre?
Aquella pregunta no se la esperaba Massimo, ya que siendo sincero, no había sido una sola vez, habían sido infinidad de ocasiones en las que dudó sobre sus sentimientos por Alessia.
- Sí, creo que si, ¿Por qué la pregunta?
- Esta bien… Te lo voy a decir, pero no quiero que me juzgues. – dijo Laura mirando a su padre.
- Hija, ¿Cuándo he hecho algo así?
- Nunca… - respondió Laura con timidez.
- ¿Entonces? ¿Por qué dudas? Soy tu padre y siempre estaré ahí para ti, me gusten o no tus decisiones…
- Papá… Es sobre Adrien… - dijo Laura con voz nerviosa.
- ¡Me lo imaginaba! - dijo el hombre de manera tranquila.
- ¿Qué? - respondió Laura sorprendida.
- Es el único hombre