Una vez que Aldo y Pietro se quedaron solos, ambos miraron por la ventana, Pietro abrazó a su hijo, lo miró y sonrió.
- Sé que no recuerdo nada de quién he sido en 6 años a tu lado, pero sé que eres un buen chico, sé que tu madre hizo un excelente trabajo, criándote. Me siento orgulloso de cómo eres capaz de llevar las riendas del negocio familiar.
Aldo, eres la viva imagen de tu madre y yo, aunque tienes un mejor corazón… Hijo, hoy estarás desposando a una gran mujer y debes estar a la altura. Yo no te puedo dar consejos para ser un buen esposo, esos creo que en secreto te los puede dar Teodore.
Lo que sí te puedo decir es que, será un largo camino de conocimiento y trabajo mutuo, sé que ya han decidido a donde vivirán y soy feliz con aquella decisión, te admiro, por qué aún contra todo pronóstico te irás de mi ala, me duele por mi pequeño Enzo, pero sé que es lo mejor, harás feliz a tu esposa y a tu hijo con esa decisión.
Hoy día, habrá alguien que te hará sacar la mejor versión de t