Para Massimo no era ningún secreto que su hija atravesaba por un momento crucial en su vida. Él se miraba y era obvio que conforme sus hijos crecían, los problemas también.
Solo pedía a todos los santos habidos y por haber, que le dieran la iluminación correcta para poder aconsejarlos de la mejor manera.
Massimo ya había mandado a investigar a Adrien Bianchi, esto lo hizo casi desde el momento en que su hija le confesó que ella quería que el padre de su hija tuviese contacto con la bebe. Por lo que en secreto había investigado toda la vida y obra de aquel joven.
Sinceramente, Massimo no se sentía con la calidad moral para reclamarle algo, ya que él, precisamente recordando su pasado con Guadalupe, era el menos indicado para hacerlo; sin embargo, en este caso se trataba de su hija y por ella tenía que tomar cartas en el asunto.
Después de mucho pensarlo, decidió que era momento de tener una plática de hombre a hombre con aquel joven. Así que sin decirle nada a nadie, el contacto al jov