Ven, vamos a sentarnos aquí. – Dijo Pietro mientras la ayudaba a sentarse en el pasto frente al acantilado.
- Creo que aún puedo… - Dijo Celeste mientras se acomodaba.
- ¿Segura?
- Sí…
- Supongo que a estas alturas sabes a lo que me dedicaba anteriormente, ¿verdad? – Dijo Pietro con voz llena de resignación.
- Sí… - Dijo Celeste con un poco de nervios.
- ¿No te da miedo? ¿No has pensado en ello y los bebés? – Preguntó Pietro con nervios.
- Pietro, eso fue hace mucho tiempo y tú eras demasiado joven, eso ya está en el pasado y es lo importante. Además de que también sé que no era tu lucha, era la de alguien más…
- Sé que suena ridículo, pero yo lo siento como si hubiera ocurrido ayer, esa m*****a sensación es la que me tiene así…
- ¿Cómo?
- Inquieto… No me deja en paz, es una sensación de pérdida, es como si alguien se hubiera ido, aquí… - Dice Pietro mientras señala con el puño su pecho. – Aquí siento un dolor asfixiante, un dolor como cuando mi madre murió, un dolor permanente, no es