--- Actualmente ---
Después de la charla entre Massimo y Guadalupe en el jardín, ambos caminaron hacia la mansión, Caterina ya se encontraba de pie saludándolos desde el balcón de Guadalupe.
- Massimo, hijo. ¡Me agrada que por fin decidieras venir a visitar a tu esposa! - dijo la abuela esbozando una gran sonrisa.
- Sí, abuela, de hecho, hemos estado platicando, le he comentado que voy a venir a ayudarla en su recuperación. - dijo el hombre de manera muy tranquila.
- ¡Oh! ¡Excelentes noticias! ¡Excelentes noticias! Con justa razón, hoy el día brilla más de lo habitual. - dijo la abuela sin perder la sonrisa.
La aparición de su nieto le daba un buen presentimiento, ella creía que su nieto recapacitaría y haría las paces con su esposa.
- Abuela, le pedí a Massimo que hablara con usted. Él no puede venir aquí y tomar esa decisión, así como así, primero debe consultarlo con usted.
- Bueno, mi niña, creo que es un gesto muy bueno, así que no tengo por qué negarme.
Frente a la mansión, Leopo