!¡Hola estimados lectores! Estoy trabajando en los demás capítulos, agradezco su paciencia, espero estén disfrutando de la historia, poco a poco las cosas se irán acomodando para Guadalupe, solo es cuestión de tiempo.
--- Actualmente ---Después de la charla entre Massimo y Guadalupe en el jardín, ambos caminaron hacia la mansión, Caterina ya se encontraba de pie saludándolos desde el balcón de Guadalupe.- Massimo, hijo. ¡Me agrada que por fin decidieras venir a visitar a tu esposa! - dijo la abuela esbozando una gran sonrisa.- Sí, abuela, de hecho, hemos estado platicando, le he comentado que voy a venir a ayudarla en su recuperación. - dijo el hombre de manera muy tranquila.- ¡Oh! ¡Excelentes noticias! ¡Excelentes noticias! Con justa razón, hoy el día brilla más de lo habitual. - dijo la abuela sin perder la sonrisa.La aparición de su nieto le daba un buen presentimiento, ella creía que su nieto recapacitaría y haría las paces con su esposa.- Abuela, le pedí a Massimo que hablara con usted. Él no puede venir aquí y tomar esa decisión, así como así, primero debe consultarlo con usted.- Bueno, mi niña, creo que es un gesto muy bueno, así que no tengo por qué negarme.Frente a la mansión, Leopo
Massimo pasó todo el día en la mansión, acompañando a Guadalupe y ayudándola con la toma de sus medicamentos.Pietro por su lado, no pudo soportar esta decisión y terminó marchándose demasiado molesto.Llegada la noche, Caterina no perdió oportunidad para tratar de encender la llama entre ellos, así que prefirió cenar antes y retirarse a su alcoba antes que ellos.Durante la cena, Leopoldo solo colocó dos lugares y Guadalupe quedó sorprendida.- Leopoldo, ¿Y la abuela? - dijo la chica un tanto sorprendida.- La señora está descansando, estaba un poco cansada y prefirió retirarse a dormir.- ¡Oh, ya veo! - dijo tranquilamente Guadalupe.- Me parece que solo cenará con el señor Massimo.- ¡Oook! - respondió la chica nerviosa.Guadalupe sintió una ligera punzada en el estómago, había permanecido tranquila con su presencia, pero eso no quería decir que no le incomodara.La chica hacía un esfuerzo por mantener la serenidad ante los buenos tratos de su marido, pero ese truco ya lo conocía.“
En Lazio varios kilómetros lejos de Florencia, comenzaba a desarrollarse una situación que cambiaría el rumbo de todas las cosas. Alessia había firmado su despido y se mantenía tranquila porque aún esperaba la visita de Massimo. Sabía perfectamente que él tendría una buena explicación para lo que estaba sucediendo, él siempre tenía buenos motivos para hacer un movimiento.Con el pasar de los días, este no había llegado y eso le generaba una rara sensación en el pecho. Algo le decía que esto no era normal en aquel hombre que amaba.Una mañana cualquiera, se levantó con una ligera sensación de vértigo, sintió ganas de vomitar, así que corrió a su baño. Esto que acababa de pasarle, ya lo había sentido días atrás, por lo que llamó su atención.Corrió hacia su móvil y abrió una aplicación para ver cuándo debió llegar su periodo, ya que con todo lo ocurrido, no había puesto atención en ello. Lamentablemente, ella se percató de que tenía dos semanas que debía haber llegado.- ¡Demonios! ¡De
De vuelta en La Toscana, Massimo llevaba una semana en casa de la abuela, cuidaba diligentemente de su esposa, incluso uno de esos días se había atrevido a prepararle el desayuno y llevárselo a la cama.- ¡Massimo está delicioso! ¡Nunca imaginé que cocinarás! - dijo Guadalupe sorprendida.- Bueno, hay muchas cosas que desconocemos de cada uno, pero de hambre no me voy a morir. - dijo Massimo sintiéndose orgulloso de su logro.- ¡Ya veo! ¡Está delicioso! ¿Quieres? - Dijo la chica mientras estiraba el cubierto con un trozo de pan francés. Él aceptó su gesto con gusto, poco a poco, Guadalupe estaba bajando la guardia y eso le estaba agradando a Massimo. Toda la semana, Massimo había dormido en la misma cama que su esposa, era curioso porque ella, desde el primer día, se había quedado muy en la orilla y cuando despertó, estaba en los cálidos pero fuertes brazos de su esposo. El primer día se resistió y le pidió que no volviera a suceder, al parecer, Massimo no era quien la llevaba a sus
Al amanecer, Guadalupe despertó al sentir frío, el cálido abrazo de Massimo no estaba, pensó que su marido tal vez se había levantado a hacerle el desayuno. Aunque en el pecho algo no la dejaba tranquila, se vistió y salió a caminar al jardín, pasó por la cocina y en ella no estaba, no había señales de su esposo, regreso a la habitación y por instinto busco su maleta, esta ya no se encontraba.Por un momento se quedó sentada a la orilla de su cama, no podía pensar claramente, lo que ocurrió en la noche fue especial para ella, se reusaba a lo evidente. Este hombre nuevamente logró engañarle, ella cayó como cada una de las veces que lo había hecho con anterioridad.Trató de no pensar en cosas malas, pero al ver que el tiempo avanzaba y este no aparecía, buscó su móvil y le marcó, el teléfono sonaba, pero él no tomaba la llamada.Eran las 10:00 am y decidió marcar a la mansión, un poco por preocupación, un poco por enojo. Quería saber, ¿qué estaba sucediendo? Un día antes le había dado
--- Lazio ---Massimo y Alessia estaban sentados frente al ginecólogo, esperando mientras él revisaba los resultados de los estudios realizados.- Señora Amato, señor Pellegrini, ¡Felicidades, viene un bebe en camino! ¡Muchísimas Felicidades! Por lo que veo en el resultado, aproximadamente tiene 9 semanas.- ¡Amor, felicidades! ¡Vas a ser papa! – dijo Alessia con una gran sonrisa dibujada en el rostro.- Alessia… Yo… Yo… No sé qué decir… - dijo un Massimo que jamás había imaginado encontrarse en una situación así.Alessia interpretó la reacción de Massimo como algo bueno, se había quedado sin palabras porque nunca imaginó que el momento de tener hijos hubiera llegado. No imaginaba que dentro de la cabeza de Massimo, estaba hecha un lío debido a que, él había decidido dar por terminada la relación con ella y quería intentar salvar su matrimonio con Guadalupe.Ahora un bebe venía a complicar todo lo ya decidido, cuando salió esta mañana de la habitación de su esposa, no esperaba que las
Matteo le escribió a Massimo al ver lo que se especulaba en redes sociales. Massimo, al ver la noticia, supo que esto ya debía haber llegado a oídos de Guadalupe, el tema de volver estaba completamente descartado.- Matteo redacta un buen acuerdo de divorcio y envíalo a casa de la abuela. Procede a hacer los preparativos para el divorcio, de ser posible, si no tenemos que vernos las caras, será lo mejor.- Señor… - Dijo Matteo con duda.- ¿Qué parte de lo que acabo de decir no entendiste? El matrimonio entre Guadalupe y yo debe quedar disuelto antes del aniversario de la compañía.- ¡Está bien, señor! – dijo Matteo, resignado.Massimo comenzó con la redacción del acuerdo, para el tema de repartir los bienes, considero varios millones como compensación y algunas mansiones que podrían ser entregadas a la futura exesposa.Terminó el archivo y se lo mandó a Massimo para aprobación.Massimo por su lado, se encontraba en el apartamento de Alessia. Ella no había parado de hablar del bebé desd
La familia Barzinni cargaba a cuestas la fama de pertenecer a la mafia italiana, además de ser considerados despiadados con sus enemigos, una parte era verdad, pero no era algo escrito en piedra y, no todo lo que se dice siempre es verdad.Pietro Barzinni tuvo dos hijos: Lorenzo Barzinni y Franco Barzinni, este último es el mayor de los dos.Al ser ya mayor, Pietro, designó a su primogénito como cabeza de la familia, sin saber que este, llevaría a la perdición a todos. Malos manejos en los negocios lícitos e ilícitos provocaron que varias familias se unieran y decidieran acabar con ellos.Una mañana de verano, Pietro murió pacíficamente en su casa de la Toscana Italiana, su muerte hizo que varias fichas se movieran. Pietro fue gran amigo y parte importante del crecimiento económico de la familia Pellegrini, contaba con el nada despreciable 34 % de las acciones del grupo, entre Caterina y Alberto juntaban el 66 % del restante.Al final de su vida, dejó como cláusula que este porcentaj