3 años en el infierno. Parte 9
Guadalupe y Emma se enfocaron en preparar la cena, nunca se dieron cuenta de la hora en la que Massimo salió de la mansión.
Ya casi atardeciendo, Guadalupe subió a su habitación y se encontró con el vestido y el joyero con el regalo de su esposo.
Al abrir la caja, sintió mariposas en la panza, vio el vestido y era algo descarado, pero si él se lo había seleccionado, lo usaría.
Emma se retiró temprano, fue a pasar las festividades en casa con sus hijos. Todo estaba en calma en la mansión Pellegrini y no quería hacer mal tercio, además de que a fin de año siempre lo pasaba en familia, lejos del estrés del trabajo.
Guadalupe se arregló lo mejor que pudo, el vestido le había quedado a la perfección, el escote no era tan exagerado como pensaba, se colocó un poco de maquillaje, recogió su cabello para lucir en su esbelto cuello aquella exquisita gargantilla y esos hermosos zarcillos que Massimo le había regalado.
Poco después, bajó y se dispuso a preparar la mesa, no sin antes dejar en su