Liza tiene la vida perfecta, hasta que conoce al ser que será su verdugo, llevándola a vivir un infierno en la tierra conocerá el amor en medio de aquel infierno pero ¿podrá ser feliz?
Leer másVamos a descubrir qué es aquello que más amamos justo al momento de perderlo.
Vamos a jugar a saber que es la tristeza cuando somos felices.
Hoy los invitare una taza de café, y bajo esta fuerte tormenta les contaré, sobre una joven, sus esperanzas y los dolores que algunos nunca nos alcanzamos a imaginar que existe.
Vamos a ver cuáles son esos sentimientos más ocultos, sueños perdidos, y a experimentar el amor de una forma tan loco que puedes llorar y reír al mismo tiempo.
Un Amor Descabellado
Todo empieza con una joven pareja quienes en medio de una bella noche llena de la más cálida felicidad reciben con mucho amor a su primogénita, la más hermosa niña, el alto y fuerte padre decide llamarla Liza
–Dios es generoso y bueno, la felicidad ha llegado a nuestras vidas.
Ese era el regalo que Dios le había dado y se sentían bendecidos, la joven pareja fué feliz y vivió tantos bonitos momentos juntos hasta que una noche.
–Cariño Liza al fin se durmió.
Dijo la mujer a su esposo mientras conducían de regreso a casa en medio de una tormenta.
–Sujetala bien
Comentó él observandolas por el retrovisor, en un segundo su auto fue golpeado por un camión que perdió el control quizás por la mojada carretera, aquél auto dió un par de vueltas hasta caer fuera de la carretera. Las personas corrieron a ayudar, pero sólo fueron capaces de sacar a la pequeña bebé y aquél auto explotó, esa noche la pobre niña perdió la calidez de sus padres. Y cómo consecuencia su custodia quedó a cargo de sus abuelos, los mismos que lucharon para que pronto su vida transitará normal, la pareja de ancianos vivían en una pequeña casa al sur de la ciudad, sus abuelos no eran adinerados por lo que Liza creció en un barrio humilde, pero perfecto ante sus inocentes ojos.
Y cómo el tiempo es tan fugaz pronto habían pasado 7 años y ahora la joven entraba en la adolescencia una chica de estatura media, justo cómo su mamá y de ojos claros cómo él papá, un cuerpo de lindas curvas, puestas justas dónde deben ir, con una larga cabellera negra, en realidad era una joven muy hermosa.
–Ponte muy linda, vendré temprano para salir a comer helado tú la abuela y yo.
El viejo comentó hacía la joven con su sutil y amable sonrisa, está no dudó en responderle con una similar, pero llena de alegría cómo era la costumbre, la abuela y la joven lo despidieron en la salida, las femeninas estaban muy emocionadas por lo que el resto del día fué tán fugaz que cuando se dieron cuenta ya debían arreglarse, el recuerdo de ese día está tan vivo que aún se puede saber con exactitud qué sucedió.
La pequeña entre emoción y miles de sentimientos más vistió un traje de color azul cielo que llegaban justo debajo de su rodilla, este llevaba un lazo en la cintura, unos zapatos negros de suelas bajas y el cabello entrelazado . La abuela usó esa falda de color rosa que cubría casi sus tobillos, combinados con una blusa blanca porque decía que al abuelo le encantaba aquel conjunto, su cabello blanco recogido y sus pequeños zapatos carmesí de baja plataforma.
Por primera vez ella untó en la ropa de la chica su perfume aquel con un aroma dulce y para completar, sus labios los cubrió con un labial suave, pero que hacía a la mayor resaltar entre todas, incluso con esos años en su vida se podría decir que era extremadamente linda.
Las horas fueron pasando y cómo sin deseo de esperar al anciano, la hora de la reunión pasó muy rápidamente, haciendo que las femeninas empezaran a preocuparse al ver que no llegaba y la oscuridad de aquella noche llegó, trayendo con ella truenos y relámpagos. Liza ya no quería salir ni pensaba en eso, pero ansiaba que la puerta se abriera y su abuelo entrara, aunque la anciana intentaba mantener la calma su corazón no podía.
–Ya vendrá esperemos un poco más.
Las palabras de aquella mujer hacía la joven no habían sido diferentes desde dos horas atrás y los truenos sin lluvia iluminaban el cielo, por cada ruido que se produjera las dos miraban buscando el origen, algo no andaba bien y las mujeres lo sabían. Ya entrada la madrugada la menor dormía en el sofá pero la anciana seguía en su mecedora esperando ver a su esposo entrar.
No eran más de las 3:00 AM, cuando unos suaves golpes en la puerta despertaron a la menor quién de un salto bajo del mueble y corrió a la puerta con la firme intención de regañarlo, pero por primera vez la abuela fue más rápida llegando primero abrió la puerta con una gran sonrisa la misma que se desvaneció al darse de frente con dos policías.
–Ve al sofá y espera allí.
Dijo la angustiada mujer a su nieta quién sin protestar asintió y fué a sentarse al borde del sofá dónde no podía escuchar, pero si ver cada acción de su abuela. Las arrugadas manos de estas fueron a su propia boca cubriéndose mientras su cuerpo se tambaleaba, de repente empezó a llover cómo si aquella fuera la señal que el cielo esperaba para dejar caer sus lágrimas. La niña fué al lado de su abuela y cómo si sus corazones hablaran ella supo que no volvería a ver al abuelo entrar por esa puerta nuevamente y fugazmente el olor del anciano las rodeo cómo alma que se despide de quien ama.
No había amanecido del todo y ya muchos de los vecinos se encontraban cuidando de las mujeres, pronto una caja de madera muy grande y bonita entró a la casa y dentro de esta el cuerpo sin vida del abuelo, la despedida empezó y cada minuto dolía más.
Liza no aceptaba el hecho de que el anciano partiera, pero las esperanzas que por aquella puerta entrara se desvanecen en el pequeño corazón de la niña, así cómo se desvaneció el tiempo y pronto habían pasado 5 años nuevamente.
Y aunque el anciano dejó una ausencia infinita la vida de ellas continuó, entre batallas de angustias, treguas de descanso y ganancias de alegría, las mujeres nunca se daban por vencidas. Cada una luchaba cómo podía, pero las dos tirando hacia el mismo lado.
“La vida está llena de costumbres” Era el lema que se encontraba a la entrada de la casa de aquellas mujeres.
Liza ahora tenía 18 años, estudiaba y trabajaba medio tiempo para ayudar a su abuela, por las noches trabajaba en un restaurante y algunas veces salía tarde, pero el barrio era tranquilo por lo que no se preocupaba.
–Hoy lloverá lleva el paraguas.
Dijo la abuela muy temprano antes de salir a trabajar y dejar a su nieta aún a medio desayuno y alistándose para la escuela, la misma que asintió, cinco minutos después tenía prisa de salir y mientras tomaba sus cosas a carrera dejó caer el cuaderno de su abuelo, la joven se inclinó a levantarlo, pero se detuvo al leer la frase que en aquella hoja con puño y letra del anciano quedó memorizada.
“la vida nunca es perfecta hasta que empieza a vivir un mal momento y te das cuenta que tu vida era un paraíso”La partida de ese lugar fue triste no deseaba alejarme de mis bebes ellos aún eran muy pequeños me necesitaban, pero a mi lado corrían peligro aun así dejar a mis hijos incluso en las mejores manos era cruel y me lastimaba, pero esta vez y solo por un corto tiempo teníamos que alejarnos, logan y yo íbamos a acabar con la amenaza y a crear un mundo libre de lluvias dolorosas para ellos, porque eran dignos de tener una vida feliz.El regreso a la ciudad fue cubierto por una lluvia suave y unido opaco, un cielo negro como la noche que nos brindaba una brisa fuerte y constante. A veces no entiendo porque la vida es complicada y difícil o ¿quizás ahora me castiga por lo que le hice a esa mujer? ¿Acaso ella no tenía que pagar por mi dolor? ¿Tengo que ser siempre yo quien llore?, la vi
Intenté acercarme para ver qué era aquello que me parecía muy familiar pero Logan se interpuso impidiendo mi andar y bloqueando mi vista con su cuerpo.Logan alejate y dejame pasar -pronuncie tan suave pero con un tono frío y amenazador.No veas cariño- dijo aquel hombre con tan desespero que lo empuje, sin dudarlo pues aquello que me ocultaba debía ser lo que en mi mente bailaba y camine hacia la entrada principal, al verlo caí de rodilla, aquel hombre había ensuciado a mi Sol, como era capaz de tal atrocidad, hubiera preferido mil veces que destruyera la casa de mis abuelos, pero aquello…temblorosamente lleve mi derecha hacia la caja cubierta de tierra y medio abierta donde la pose por unos segundos , mi coraz&oac
actuar de inmediato no sería lo correcto por lo que esperamos un tiempo.Te voy a extrañar-comente a mi amiga y esta asintió suave, su cuerpo aún estaba lastimado pero su espíritu tan fortalecido como siempre, aquella mujer es tan fuerte que cada sonrisa que me había regalado durante todo este tiempo era mi alimento en época de dolor.y yo a ti amiga, pero iré a mi luna de miel adelantada y evans está feliz, pero regresare así que no te pongas muy cómoda y lo mas importante cuidate mucho, se que tu dolor sobrepasa tus fuerzas y es quien te impulsa pero recuerda que tienes a personas que te aman y necesitan, así que piensa una vez si vale la pena arriesgarse a perderlas -se que no hablaba por ella si no por mis hi
habían pasado dos largos meses y durante ese tiempo el único exterior que vi fue el jardín de la casa , pensaran que por miedo pero no era así me dediqué a mis bebés así como todos hicieron durante ese tiempo ellos eran el centro de nuestra vida .yei saldremos ten listo el auto -comente mientras alistaba a los niños.los llevará con usted-dijo asombrado a lo que me di un pequeño golpe en el brazo.no tonto, pero quiero que se queden muy bellos aunque ya lo son -rei y este asintio , ante de partir le deje indicacicones a las niñeras de como cuidarlos, para poder salir junto a yei y al chico nuevo al cual aun no me acostumbraba.Señora &hel
No quise hablar más del tema durante la siguiente semana pues era difícil y además mi decisión estaba tomada.Logan -comente ya lista para salir, aquel hombre solo caminaba de un lado al otro- en serio logan ya debemos irnos -dije una vez más y mi voz se entrecortaba.¿No se olvida nada? -dijo él a los guardias quien cargaban algunos bolsosNo exageres amor no nos iremos a vivir a ese lugar- esta vez tomé su mano y empecé a caminar hacia la salida, mis pasos eran lentos y dificultosos cada momento más pero mantenía mi poca fuerza ayudada de la respiración, una vez subí al auto logan y yei subieron juntos más el jefe de guardia de logan solo los 4 ibamos en ese vehiculo mas
La tormenta se a calmado pero el cielo sigue tan negro como la noche.habían pasado varios días y mi yei al fin volvió a casa aunque su cuerpo seguía aún un poco lastimando el juraba estar bien, lo que no le discuto pues su sonrisa era suficiente para saber que ese hombre era feliz en casa y regresando a sus labores.Señora a dónde saldremos hoy -aquel gorila enorme pregunto con gran entusiasmo mientras que venia tan elegante como siempre aunque su mejor pinta era la de un niño malo, así que la mayoría de veces lo dejaba lucir así como el estuviera cómodo, y más que nada el sabía que conmigo no tenía que vestir elegante por lo que verlo así me extraño, pues ni Logan o mi suegro intervienen en mis decisiones.
Último capítulo