«Oh, virgen de las estudiantes enamoradas de su profesor, ayuda, no soy buena fingiendo.»
─John Hunter Fitzpatrick, un honor ─apareció un hombre igual de joven que él, ataviado con un esmoquin sin corbata. Mi profesor lo hizo pasar con amabilidad sin mostrar atisbo de nervios ─. ¿Acabo de interrumpir algo?
─Richard, ella es Emmy Hudson, la chica que te mencioné. Cariño, él es Richard, uno de los tantos catedráticos de la universidad de Columbia
Abrí exageradamente los ojos y ambos rieron al unísono.
─Vamos, tranquila, Richard es de mi entera confianza.
─Perdón ─me puse de pié y le extendí mi mano ─, un placer, señor Richard.
─Tienes la mano muy fría y suave, ¿es natural? ─chistó el catedrático, no supe qué contestar por lo que rió ─. Venga, llámame Richard. El placer es mío.
─Emmy, Richard está dispuesto a ayudarte con tu admisión en Columbia, ¿qué te parece?
Inspiré hondo antes de mostrar mi verdadera reacción, una de total incomodidad puesto que John había concertado hablar de mi fu