Capítulo 9.
-¿Te divertiste en tu paseo, Pier? – Pregunté con una sonrisa cuando abrieron abruptamente mi puerta a la mañana siguiente.
Me estiré un poco sobre mi cama y observé a todos con diversión.
-¡Él fue el único que se divirtió en tu misión de mierda! – Gritó indignada Kara pisoteando hacia mí.
Yo di unas suaves palmaditas a mi lado y Pier saltó sobre la cama para acurrucarse solo para ser empujado por Kara. Ella le gruñó un poco y luego se tomó la libertad de meterse en las cobijas conmigo rezongando sobre si su deuda familiar valía la pena.
Pier solo se sacudió un poco y se acomodó a mi otro costado. No pude evitar reír.
Cuando Kara tuvo su primer encuentro con Pier terminó en el suelo, literalmente. La loba no estaba preparada para mi mascota salvaje y casi se le sale el corazón cuando lo vió por primera vez siendo mimado por mi.
Me alegraba que hubieran superado su mala leche. Y hablando de mala leche…
-Quisiera informarles que son pareja. – Dije en voz alta interrumpiéndolos insultos