Jack Parte l.
¿En qué momento Anahí había conocido al príncipe del Sur? ¿Y qué mierda hacía con ella?
Tenía la sensación de estar viendo una escena a la que nunca me invitaron. Ese tipo— príncipe Cameryon— no solo estaba cómodo, estaba demasiado cómodo.
Y para colmo, había dejado bien claro que sabía mi secreto y que no dudaría en abrir la boca si le daba motivos. Perfecto. Justo lo que necesitaba: un idiota con modales y una amenaza en los labios.
Me dediqué a observarlo después de esa amenaza. El “Alfa Cameryon” parecía sacado de un maldito retrato: atractivo, impecable, postura recta, sonrisa tranquila, cada palabra medida. Pero bastaba verlo un poco más de cerca para notar el filo detrás de la educación. No era solo un tipo amable, era un lobo que sabía cuándo atacar.
Estreché los ojos cuando miró hacia Anahí.
Cameryon no le quitaba los ojos de encima. Yo tampoco.
Y no me gustaba nada esa coincidencia.
Intenté mantenerme tranquilo, pero la verdad era que me hervía la sangre. El tipo estaba jug