Kenneth.
El día en que retuve por pocos minutos a Lauren en mi habitación, cuando ella se fue corriendo de allí, recibí una llamada de mi hermana. Resulta que solo estaba respondiendo sus mensajes sobre la empresa, pero cuando mencionaba a Lauren, yo cortaba la comunicación.
—Kenneth si no me dices lo que está sucediendo con Lauren voy a abandonar tu puesto.
Bufé, llevándome dos dedos a la sien, intentando despejar mi dolor de cabeza. Recién había tenido a la pelirroja cerca de mí. Mis impulsos me llevaron a tocar su entrepierna sin aviso, se me hizo agua la boca cuando la escuché gemir. Era como lo imaginaba, era dulce, como una princesa, me preguntaba si cuando estuviera jodiendola mantendría el mismo tono o se pondría un poco más expresiva.
—¿Qué quieres que te diga?
—¿Por qué demonios piensas que es amante del abuelo? ¿Te has vuelto loco?
Entonces era cierto que eran buenas amigas. Mamá me lo había advertido. Kasey no podría saber mis intenciones en la mansión. El hecho de que Laur