Tres años después.
Tras un largo año de construcción debido a los cambios climáticos, la empresa Textil Sinclair&Mitchell fue inaugurada. Ya que su misión era crear textiles de forma sostenible, llamaron la atención de una empresa de ropa deportiva importante, y consiguieron contratos con la mayoría de los hospitales de toda Florida.
Para poner de su parte en la empresa, Lauren finalmente decidió a aceptar el dinero que su padre William había estado depositando en la cuenta a nombre de Laura durante casi 23 años. La suma era una cantidad impactante, tanto que Lauren se sintió intimidada. No estaba acostumbrada a ver tantos ceros en una cuenta, pero al final del día debía acostumbrarse, pues la empresa comenzaría a dar frutos prontamente, consolidándose como una de las mejores.
En este momento, la puerta que comunica directamente las dos oficinas es abierta, y de ella desemboca Lauren, con el cabello recogido en una cebolla, y un vestido color negro satinado que llega por encima de sus