Lauren.
—No estamos obligándote a estar aquí —me dice Ellie, mientras almorzamos juntas con Kasey, por lo que río.
—Quiero estar aquí, aunque haya terminado las pasantías es mejor si me distraigo. Tengo a mamá en Tennessee, pero… No quiero sentirme tan sola —admito, y de repente siento muchas ganas de llorar.
Esto es horrible. Solo tres meses y una semana de embarazo y este bebé me tiene echa un ovillo a cada rato. Es porque extraño a su padre. Es por la incertidumbre de no saber cuándo volverá.
—Ay, cariño… —Kasey toma mi hombro, dando una caricia—. No estás sola… Pero oye, Lau. ¿No has pensado en mudar a tu madre aquí?
Me quedo sorprendida por su pregunta. La verdad no era algo que hubiera pensado. Sé que cuidar bien de ella por mi cuenta sería imposible, mucho menos con el embarazo en proceso, pero podría trasladarla. Aunque no sé si eso sea bueno para sus emociones tomando en cuenta que a pesar de todo tiene una estabilidad en ese lugar, con Patrice y todos los demás internos.
Rec