Jugadas de Poder (2da. Parte)
Unos días después
New York
Lance
Habían pasado algunos días desde la llamada de Clarisse. Me dijo que llegaría a Nueva York al día siguiente, en la tarde, y que quería verme en su hotel esa misma noche. No tuve otra alternativa más que aceptar su invitación, aunque en realidad ya tenía un plan.
Sabía perfectamente lo que pretendía y no estaba dispuesto a caer en su juego. Por eso esperé la llegada de Phillip en casa, con la esperanza de que me ayudara.
Escucho su voz en la sala, firme, segura, como si el mundo le perteneciera. Segundos después, entra en mi habitación.
Phillip sonríe apenas me ve.
—Lance, me alegra verte mucho mejor. Se nota que te está haciendo bien estar en casa —dice mientras se acerca y me da una palmada en el hombro.
—Hola, Phillip. Tienes toda la razón —respondo con una leve sonrisa—. Extrañaba tener a mi familia cerca.
Phillip se sienta frente a mí, cruza una pierna sobre la otra y me observa con gesto curioso.
—Pero cuéntame, ¿cuál es el favor que me quieres ped