La semana siguiente a la que Lucrecia renunció a la tenencia de Bautista, la noticia que más resonaba en los medios de comunicación, era el hecho de que el matrimonio de Alexander y Sofía había sido anulado, el motivo estaba más que claro, Adrián Anderson había regresado de entre los muertos, o mejor dicho, nunca había estado allí, por lo tanto el matrimonio del CEO y su secretaria lamentablemente fue anulado, pero extrañamente a Sofía parecía no inquietarle ese detalle, ya que con voz calma le aseguró Alexander que solo era cuestión de un par de meses para que finalmente obtuviera su divorcio con justas causas y pudieran desposarse nuevamente y ahora si por voluntad propia.
La tranquilidad de la rubia inquietaba al CEO, pero se dijo que en parte era mejor así, no quería una embarazada nerviosa, claro que no, aunque lo que más le preocupaba a Alexander en ese momento eran la visita de unos detectives.
—Lamentamos interrumpir la tranquilidad de su familia. —fue lo primero que dijo uno