Jamás te desharás de mí, aunque mueras.
Miranda se encontraba, bastante mal. Siempre pensó que Manuel iba a encontrar a alguien, pero jamás pensó que fuera tan rápido. O mejor dicho jamás creyó que él sería capaz de olvidarla tan fácil.
Pero...
De todas las personas... ¿Porqué ella?
Recargada el la pared, se cubrió la boca y llorando comenzó a reír, nunca esperó o se dio cuenta que alguien podía verla, así que no se contuvo y lloró su decepción.
Recostado en una banca cercana, Marcus escuchó a alguien correr hacia allá, se sorprendió al ver a Miranda pero se recostó de nuevo para no avergonzarla.
Mientras ella lloraba Marcus se sentía más incomodo, no faltaba mucho para que terminara su descanso y Manuel casi lo quemaría si llegaba tarde de nuevo.
Afortunadamente, ella se recompuso, se secó el rostro y se fue en silencio. Mientras tanto, Manuel en su frustración, arrojó a Emily al suelo y había corrido tras Miranda, pero no la pudo encontrar por ningún lado.
Emily, estaba a punto de salir a gritarle, pero una de sus c